domingo, 27 de febrero de 2011

De rugby y otras hierbas

Bueno, estas últimas semanas han sido de lo más interesantes, ya lo creo que sí.

Empezaremos por el partido de rugby. Escocia - Gales, un sábado a las 5 de la tarde, por lo que a la 1 ya había que empezar a ir a los pubs. En esta aventura me acompañó Kenny, que es el que me consiguió la entrada y es toda una autoridad en el pub (y si preguntáis ¿en qué pub? la respuesta es: en todos, se los conoce todos el cabrón). El ambiente para un partido de rugby es bastante diferente al de uno de fútbol, aun a pesar de ser el Seis Naciones (tremendísimo evento) no hay una rivalidad entre las hinchadas muy definida, más allá de "quiero ganar, pero si pierdo tampoco lloro". En los pubs la gente está totalmente mezclada, como pude comprobar en numerosas ocasiones y podías charlar con todo el mundo. El tiempo acompañó en la medida de lo posible (no llovió ni hacía mucho frío) así que el ambiente era muy bueno. La caminata hasta el estadio (bueno, caminata, 15 minutillos, que el estadio está en la ciudad) marcada por chavales gaiteros tocando para sacarse unas perrillas, carteles por todas partes, jardínes a reventar de gente bebiendo alcohol, etc, etc. Sin duda, y viendo lo que pasó luego, de lo mejor.

El estadio donde se juegan estas cosas es el Murrayfield, en el que caben nada más y nada menos que 67.000 personas. El lleno para el partido estaba asegurado, de hecho yo creo que deberíamos ser unos 65.000 o así. Decir que en contra de lo que pudiera parecer, SÍ se vende alcohol dentro del estadio (lo que no se puede es fumar, hay que salir de la zona de gradas, vamos que tampoco te hernias). Lo que pasa que el pullazo por una pinta puede ser apocalíptico, los perritos calientes costaban 4£, calculad una pintaza.

El comienzo del partido, muy bonito, con la banda tocando los himnos, soldados portando banderas de Escocia (ya he dicho muchas veces que aquí la tradición militar es enorme) la gente cantando... bueno, aquí pongo algunas fotacas del evento en cuestión.



La anécdota es que al lado teníamos a unos tipos con la bandera de Euskadi, muy vascos ellos (residentes en Escocia desde hacía años, por la media de edad quiero decir) y que la ondeaban dale que te pego. Los escoceses estas cosas se lo toman como algo pintoresco y así lo hacen saber. Pero tranquilos, justo enfrente de ellos, al otro lado del campo había otro grupo, estos con la bandera española, haciendo lo mismo. No había más banderas extranjeras, lo cual teniendo en cuenta que es un Escocia - Gales me parece bastante lógico la verdad, que digo yo qué narices pintas ahí con la bandera de España, Euskadi, Montenegro o Japón. Pero bueno, en el fondo la españolada ahí quedó. Lo único malo de todo ello es que el cámara de la BBC, que estaba por allí e iba sacando a la gente de las primeras filas, cuando estaba por nuestra zona como que pasó de sacar esa zona, chorradas las justas debió pensar y los gritos de "BBC GUY, BBC GUY, HERE HERE, ME ME, EUSKADI, HEY, ME ME" no le afectaron en absoluto (nadie se sorprendió por ello).

Decir del partido que fue tan horrible, que Kenny, un tipo que va a TODOS los partidos de Escocia, que la semana anterior había ido a París a ver el de Escocia - Francia (y a mamarse), estuvo de acuerdo (de hecho lo sugirió él) en irnos 10 minutos antes del final.

Después del partido tocó irse a unos pubs a ahogar las penas. La lástima es que sé que si Escocia hubiera ganado habría visto muchos más pubs. Pero bueno, no se puede tener todo y luego fuimos al Cumberland, que es un clásico pub escocés. Decir esto puede parecer un poco chorras, pero tiene su tema. Los pubs "clásicos" tienen la barra bastante más alta de lo normal, a mí me llegaba a la altura del pecho, así que calculad. Además, en el Cumberland no hay ni televisión, ni música ni nada, solo máquina de tabaco y gracias. Es un pub de conversación, de estar tranquilo y charlar... y de gente de dinero, MUCHO dinero. No porque sea caro, que no lo es en absoluto, sino por la zona donde está, que es mayormente una zona buenísima de New Town donde los hijos de los millonetis de los "Home Counties" que son los condados que rodean Londres pero sin ser Londres (Cambridge y sitios así) y donde está la gente de dinero de verdad, porque un ricachón como dios manda, no vive en Londres, pasa tiempo en Londres. Pero luego su casita en su condado (normalmente en algo acabado en -shire, como Cambridgeshire) que no se la quite nadie.

Decir que fijaos que si hay nivel, que el Príncipe Guillermo (el que se va a casar en breve y favorito de todos los británicos para absolutamente todo) se tomaba allí las pintas entre el respetable. Con unos seguratas cerca, sí, pero allí iba. Aún así tampoco os penséis que es un garito ultraelitista, hay gente de todo tipo y condición.

Tras pasar por allí un rato (varias pintas vamos) retornamos a la base (smithies) y allí me tocó aguantar el cachondeo del respetable: para una vez que voy al rugby, va y me toca ver eso. En fin.

El fin de semana siguiente tocaba ir con Mel y Edgar (la hija de los dueños del pub y camarera del mismo y el amiguete lituano que es otro habitual) ha realizar un "Pub Crawl" que es mayormente lo que en España decimos irse de bares. A las cuatro de la tarde ya estaba el tema en funcionamiento y tras visitar varios pubs de lo más variado, desde el pub de combate para estudiantes en el que las pintas cuestan 1,99 al pub de High Street de ir con monóculo al Whistle Binkies que es un pub de los de música en directo que no conocía y que si enseño a alguien por donde se entra dices "huuuy..." bueno, qué narices, gracias a Google Maps es posible: la entrada al garito


Por dentro (no hace falta decir que es un sotano, con una salida a una calle paralela) está bastante bien, cómo podéis ver en el enlace de arriba. Además tienen bandas tocando todas las noches, con un sistema de sonido buenísimo, ya que todos los instrumentos y demás también están conectados al sistema de sonido, así que da igual si estás cerca o lejos, siempre escuchas la banda que toca (y a un volumen bastante razonable).

Este fin de semana también tocaba otra liadilla, un grupo de los del local de ensayos de al lado daban un concierto y Keith, otro de los camareros (e hijo de los dueños también) nos dijo de ir, así que obviamente tocó ir. El garito en cuestión es el Cabaret Voltaire del que desde ya os digo que yo no vi mucho Voltaire, pero bueno. Es un grupete de rock y no tocaban mal, se notaba que al menos habían estudiado y ensayado, lo cual ya es mucho decir comparado con otras cosas que he oído (como la vergüenza de los Black Eyed Peas en la Super Bowl de este año). Después de ellos tocó otro grupo, en este caso una banda jazz latino (o caribeño, o cubano, según a quién preguntes) con su piano, su bajo, contrabajo, saxofonistas, trompeta, el de los tambores, el batería y guitarristas (vamos, que eran una peña) que sí que lo hacían bien, ya digo que sí.

Después tocó seguir rondando por pubs hasta que fuimos a un club que es lo más cercano a una discoteca que he visto por aquí, de hecho hasta podría considerarsela así para los estándares santanderinos. Pista de baile grande, DJ en su correspondiente altar, "piso de arriba", cosas así. Por suerte no estaba muy lleno y disponía de su propia zona de fumadores (alias "la parte de atrás que da al callejón pero que hemos puesto paredes para no dar el cantazo") a la que ibas precisamente a fumarte un cigarro y poco más que no había nada. No estaba muy lleno, de hecho es una constante de los locales de aquí, suelen estar bastante manejables, tienes espacio para vivir vamos. El rollo "todos los que entren y que se apañen" tan spanish, como que no.

Ayer no tenía planeado hacer nada, pero Jamie (el hermano mayor de los dos camareos anteriores y que no trabaja en el pub), su novia y un montón de gente que andaba por allí me dijeron de ir al Medina, que yo ni idea de lo que era, pero bueno, por ir un rato pues no pasa nada. Así que para allá fuimos, resultó ser otro lugar de copeteo juvenil ("todas las copas a 2 libras" es el lema, haceos una idea) me tome unas copas y a casita a descansar.

Eso en lo que respecta a los fines de semana, lo mejor sin duda de la semana, pero el resto tampoco ha estado tan mal. En lo laboral bueno, jefa nueva ya se sabe, fricciones y roces por esa manía que tienen los jefes nuevos de CAMBIARLO TODO, incluso lo que no está roto y funcionaba bien, pero hay que amoldarse y adaptarse que dicen y por ahora no veo mayores problemas. En otro orden de cosas, ya he empezado a usar la lavadora de casa. La lavandería de aquí al lado estaba a punto de abrir de nuevo, así que pues puse la lavadora. Que también es secadora por cierto, y virgen santa si seca la ropa, vamos, que para ponertela según acaba. Así que claro, la vagancia del "pues más que tenderla, hay que estirarla" hace que siga usando la lavadora (aunque la lavandería la verdad es que es comodísima, retornaré a ella).

Como anécdota decir que aquí los tendales son... ¡verticales! Como explicarlo es complicado, la foto lo aclarará todo:



Y mayormente, eso es todo lo que he hecho/me ha pasado en estos tiempos.

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