domingo, 15 de abril de 2012

Project 5: Día 3

Día 3: 7 de abril de 2012


Bueno, con una semana de retraso (ya he vivido el Día 4 del Project) aquí llega este nuevo resumen de mi safari por los pubs (hay que hacer alguna referencia a lo del Rey). Las fotos, como en otras ocasiones, sacadas de esta guía.

The Brass Monkey


Situado "a desmano" de la zona turística pero no de la universitaria, el Brass Monkey es un bar más viejo que la orilla la mar (Joe, uno de los habituales de Smithies me dijo que allí iba su abuela a beber). La pinta cuesta £3,10 lo cual es un precio de lo bueno lo mejorcito. Lo más curioso de este bar es su parte trasera, donde hay sofás y cojines y camas en las que desparramarse todo super hippie y tal y cual.

La verdad es que se nota que el pub es viejo, de hecho en un principio pensé que lo de brass monkey sería alguna referencia a los fumaderos de opio, porque la parte de atrás realmente no cuesta imaginársela siendo un fumadero de opio de los buenos (o fumadero de lo que se terciase), pero indagando un poco resulta que el brass monkey es el nombre de un coctél, ron con zumo de naranja (destornillador con ron vamos).

El punto negativo lo ponen los baños, pequeños y casi casi unisex, porque vamos, comparten zona común para lavarse las manos y sinceramente, no creo que a las chicas les guste ese rollo.

Un buen sitio, muy recomendable para estudiantes de filosofía o letras o algo que tienda a una leve decadencia (pero duchados eh).

The Royal Oak



Una de las instituciones de la música tradicional en Edimburgo, este pequeño local (pero pequeño de narices) siempre tiene música o está a punto de empezar a tocar alguien. Cuando yo llegué el local estaba a reventar (15 personas) y al parecer en la parte superior tienen otro bar, pero yo fui a la pomada, a donde estaban los músicos.

Un ambiente a pesar de lo apretado del local, muy bueno la verdad y la música tampoco está tan mal (de hecho yo diría que bien). Aficionados al folk, aquí tenéis un buen sitio al que ir. Como tantos otros locales "pintorescos" carece de tantos turistas como pudiera parecer. Eso sí, la morgue está cerca y se dice que las bodegas del local están encantadas y tal. Pero bueno, teniendo en cuenta que se dice que Edimburgo es la ciudad con más fantasmas  (en fin) del mundo pues tampoco es que sea gran cosa.

La pinta a buen precio y aunque no es un local como para pasarse tres horas metido (con menos gente a lo mejor sí, pero yo tres horas de folk no las aguanto) está bien. Curiosamente en una pared tenían un cartel de un "pub crawl" (irse de pubs vamos) centrado en las novelas de Ian Renkin, (el del Oxford Bar de hace un par de entradas). Es curioso porque eso no lo vi en el pub al que va *el autor* y en el que bebe regularmente *el personaje*. Eso demuestra el señorío del Oxford.


The Royal Mile Tavern




Bueno, más turístico que esto, pocos. En plena Royal Mile, el local se llama Royal Mile... en fin. Así que sí, aquí es donde hay turistas a porrillo y dale que te pego. Curiosamente aquí me volví a encontrar con unos tipos que conocía en el Royal Oak, que estaban de despedida de soltero y tuvimos una charla interesante y logré convencerles de que no fueran al Three Sisters, ninguno de los quince (juajuajuajuajua, mi venganza sigue adelante). 

El local sigue esta estética tradicional, con mesas al fondo para poder comer algo (el que quiera) y una barra más larga que un día sin pan.

Reconozco que aunque es un pub turístico a más no poder está bastante bien (de hecho ya había estado antes). El precio de la cerveza, algo carillo, pero no es particularmente doloroso. Eso sí: aquí se toman pintas, si te pones fantasioso te pasará como a dos con los que estaba hablando se tomaron una pinta con limón o algo así (una especie de clara) y £4,80 cada uno, santo ostión. Yo les había avisado, pero... En uno de estos pubs, recuerdo que me pedí un día un vodka con naranja y me metieron como ocho libras o así de puyazo. Así que cervecitas amigos.

El siguiente de la lista era el Whistle Binkies, donde tocan bandas en directo pero el sitio estaba tan sumamente lleno cuando llegué que tuve que cambiarlo por otro, que será el quinto de la lista.

Cask & Barrel


 

Este ya me pilla cerca de casa y le tenía ganas desde hacía tiempo. Local espacioso (muy grande), con una barra central y gran cantidad de cervezas de todo tipo. No es caro en absoluto y está bastante bien para ir a tomar algo. 

Muchos televisores para los que quieran ver los deportes, pero el ambiente era bastante tranquilo (fui a eso de las diez). Buen sitio para ir a charlar, o quedar si se es un grupo grande (ya que sitio, ahí de sobra). Un pub de barrio pero más grande de lo habitual, lo cual se agredece (además de un interior muy bonito).

Quizás engloba el espíritu de "pub genérico de Edimburgo" a la perfección, lo cual no es algo malo en absoluto. 


Cumberland



Este fue el elegido para reemplazar al Whistle Binkies, y es hora de ponerse el monóculo, porque dudo mucho que haya un pub más señorial o con clientes más regios que este.

Situado en pleno corazón de New Town, donde las chequeras de los residentes son más grandes para que quepan más ceros, el Cumberland es un bar de barrio conocido por tenerme a mí de cliente en algunas ocasiones y al príncipe Guillermo (el de la Kate Middleton), además de salir en una novela negra bastante conocida (cosa de la que te enteras porque lo pone en un cartel en la entrada). Al más puro estilo clásico no tiene televisión, ni máquina de discos ni tragaperras. Eso sí, maquina de tabaco con los cigarros más caros del mundo, por lo menos, porque vamos, sin piedad.

A pesar de decir todo esto, no es un local caro en absoluto y la pinta de la semana (en esta ocasión se llamaba Doom Bar) suele costar menos de tres libras y el resto de pintas un precio bastante decente. Incluso los combinados tienen un precio comprensible a la mente humana.

Lo del príncipe Guillermo se debe a que solía venir a este pub cuando estudiaba en St Andrews y se venía a Edimburgo a ver a los amigos. Los parroquianos suelen ser un poco de todo, pero abundan jovenes profesionales, gente de megapasta y similares.

Es también el local de referencia los fines de semana de Kenny (el mítico Kenny que han conocido todos los que han pasado por aquí) y tiene allí su grupete también de gente, así que este bar es un poco trampa porque yo también les conozco a todos. En cualquier caso, está a menos de 100 metros de mi casa y realmente es visita obligada para conocer un buen local. Obviamente el grado de turistas tiende a cero, está a "desmano" de casi todo y no es vistoso. Es muy amplio por dentro, con su zona con mesas, algún butacón, etc.

Además en la parte exterior, y bajando una escalerillas tiene un beer garden, o sea una terraza vamos, con mesas de madera y sillas de madera que es muy agradable (cuando hace bueno claro).

Aquí tenéis una vista panorámica del bar, sacada de su propia web.


Bueno, con esto terminó la tercera jornada, muy agradable e interesante, como viene siendo habitual. Si alguien tiene alguna pregunta, para eso está la sección de comentarios.

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